lunes, 15 de agosto de 2011

MORAL Y BUENAS COSTUMBRES


¿CÓMO LOGRAR QUÉ LOS JÓVENES DESARROLLEN SU VIDA SUJETOS A LA MORAL Y A  LAS BUENAS COSTUMBRES?



¿QUÉ ES LO MORAL?
Para adentrarnos en los problemas de la ética, partamos de nuestra experiencia. Es un hecho que nos señala nuestra propia experiencia que, en determinadas circunstancias, expresamos valorizaciones morales. Los contenidos de nuestros juicios se refieren a categorías opuestas: de bien o mal.
Así hablamos de actos nobles, heroicos, desinteresados, los que están en la esfera del concepto de "bien". Pero, hablamos de actos infames, egoístas, los que están en la esfera del concepto de "mal".
En el primer caso, hablamos de actos morales positivos; en el segundo, de actos morales negativos. Así, por ejemplo: a un asesino lo tratamos de inmoral; a una persona que sacrifica su vida para salvar a otro la tratamos de héroe, pues este sacrificio es de gran calidad moral. Ello nos pone en evidencia que nuestra valoración tiene un carácter objetivo, es decir, que se rige por el objeto que verificamos. En nuestro caso, el asesinato, y por otro lado, el heroísmo. Dicha objetividad nos permite formar juicios morales de validez universal: "El asesinato es una inmoralidad":
De lo dicho hasta ahora se desprende que la valoración moral propiamente dicha la aplicamos sólo a acciones humanas.
"Cuando efectuamos una valoración moral, siempre tenemos en vista seres humanos, es decir, personas. Los valores morales tiene la particularidad de que sólo pueden referirse a seres personales"(Hessen).
Con respecto a los "juicios de conocimiento", ellos apuntan a afirmar si algo es verdadero o falso. En lo referente a obras de arte, hablamos de bello o feo. En ambos casos se trata de objetos y no sujetos o personas. "Es cierto que también decimos que tal vino es 'bueno', que tal enfermedad es 'mala', etc., pero, nuestro conocimiento del idioma nos indica claramente que en este caso no usamos las palabras 'bueno' y 'malo' en su acepción original, es decir, moral" (Hessen).
Cabe la pregunta: ¿qué es lo que valoramos en las personas cuando las valoramos moralmente? Valoramos las acciones. De donde resulta que el contenido de nuestra valoración moral no es teórico, sino práctico. El objeto de la valoración moral no es el pensar y el conocer sólo, sino, a la vez, el querer y el actuar. Consecuentemente, lo ético se da en la zona práctica y no en la zona del espíritu humano. "No todas las manifestaciones vitales del hombre están sometidas a valoración moral. Las funciones vegetativas y animales no admiten ningún juicio moral. El hombre tiene en común con el animal esas funciones, pero el animal es incapaz de ninguna acción moral. Sólo los seres racionales son capaces de realizar actos morales" (Hessen).
Por otro lado, son actos morales sólo los que realizamos conscientes y voluntariamente, y por ello se inscriben en la ética. únicamente las acciones realizadas a sabiendas y por libre decisión tienen carácter moral.
Sintetizando podemos afirmar: ética es la ciencia de los actos morales, vale decir, actos conscientes y libres, cuyo objetivo es la realización de un valor moral.
TERMINOS: ETICA Y MORAL
El término ética, etimológicamente, deriva de la palabra griega ethos, que significa "costumbre". El término Moral, etimológicamente, proviene de la palabra latina mores, que significa costumbres. Antes de ir en busca de una definición de la ética o la Moral, detengámonos sobre el objeto material y formal de la moral.
DEFINICIÓN DE LA MORAL
Para una definición adecuada de la moral hay que tener presente los objetos constitutivos de la moral. Ellos son: su carácter psicológico y su carácter práctico. Tomando en cuenta ambos elementos podemos definir la Moral como la "Ciencia de las leyes ideales y de la actividad libre del hombre" (Jolivet).
Paul Faulquié define la Moral: "...es la teoría razonada del bien y del mal". Detengámonos sobre ésta definición.
La Moral es normativa, porque establece las normas que determinan lo que es el bien y lo que es el mal. En otras palabras, la Moral establece lo que se debe y lo que no se debe hacer. Lo que se permite y lo que se prohíbe.
La Moral formula principios generales. Según estos principios clasifica y juzga todos los hechos particulares que son propios de su campo.
El fundamento de la Moral es la razón.
Indudablemente, los diferentes sistemas morales podrán establecer distintos principios, como su fundamento. Pero, en el fondo de todos ellos se encuentra la razón que busca configurar y legitimar el respectivo sistema.


En la actualidad, ciertas reglas ya han cambiado, puesto que algunas normas de urbanidad están siendo consideradas como obsoletas, y se están creando nuevos usos y costumbres modernas. Por lo tanto, el Manual de Carreño es para muchos, un libro pasado de moda, una obra de la antigüedad.

¿Exageración?, ¿Falta de sentido común? ¿Falta de lógica?
El Manual de Carreño fue escrito en una época donde no se imaginaba que habría una súper carretera de comunicación que uniría instantáneamente a los cinco continentes por medio del Internet; no se vivía en continuo estrés y temor debido a los secuestros, asaltos, y otros tipos de delincuencia; en ese tiempo no se hablaba de la liberación femenina, el control de la natalidad, el manejo de los genes para la clonar las especies; el estrés, o las manifestaciones sobre si los homosexuales se pueden casar; el uso del preservativo, tolerancia, libertad y respeto de toda tendencia sexual; que dicho sea de paso, vemos cada vez como correctas las cosas habituales no correctas.
Ese Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres prestaba mucha atención a la
comunicación integral e interpersonal, cosa que se ha perdido con el avance de
la modernidad.

Todavía se recuerda que con sólo una mirada del padre o madre de familia, los
niños “se retiraban” de la habitación en donde se reunían los adultos; antes, los
jóvenes cedían el asiento en los transportes públicos; trataban con respeto a sus mayores, ayudaban a cruzar la calle a los invidentes y ancianos; eran solidarios con sus vecinos a quienes voluntariamente ayudaban a cargar cosas o a hacer pequeños mandados.  Hoy sin embargo, vemos con estupor que cada vez se pierden mas y mas las buenas costumbres, tanto personales como familiares y se van diluyendo en ellas también los valores que sin duda marcan las perspectiva de un mejor desarrollo social.
¿Hasta cuando estamos dispuestos a perdernos en el camino? Eso solo lo sabremos cuando observemos el norte que va tomando la sociedad en su conjunto, con estas nuevas generaciones cada vez más lejanas de estar en el camino de la espiritualidad y la moral.